Solo 1 de cada 5 nacimientos es reportado oficialmente a las autoridades públicas. Este porcentaje desconcertantemente bajo es principalmente el resultado de la inaccesibilidad de los servicios de registro. El costo también es un factor, ya que las tarifas requeridas para tal formalidad siguen siendo en la práctica bastante altas, a pesar de los esfuerzos de Uganda para mejorar la situación.
Muchos niños no poseen una identificación oficial o una nacionalidad. Esto genera enormes dificultades para el individuo en cuestión, ya que técnicamente no existen a los ojos de la ley y no pueden disfrutar de sus derechos.